Los pobres llevan la peor parte en la débil recuperación económica venezolana
La débil recuperación económica que comienza a experimenta Venezuela después de ocho años de contracción, está ocurriendo de forma muy desigual, con los pobres llevando la peor parte, según lo muestra un estudio de la consultora Anova, titulado «¿Venezuela se arregló? Tendencias recientes en la distribución del ingreso«.
Una de las conclusiones de este reporte basado en los microdatos de la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi) de 2020 y 2021, señala que «el ingreso de los más pobres no se está recuperando» y que en tanto, los más ricos se están haciendo más ricos, llegando incluso casi a duplicar sus ingresos per cápita el año pasado.
«Venezuela se está arreglando, pero no para todos», comentó en Twitter Omar Zambrano, director de la consultora que elaboró el informe, al valorar los resultados de la investigación y agregó que «la dualidad actual de la economía venezolana se expresa en islas urbanas de dinamismo de consumo que coexisten con segmentos que viven en condiciones de vida precarias o altamente vulnerables».
El informe señala que aunque los ingresos per cápita promedio de los venezolanos, expresados en dólares, aumentaron aproximadamente 65%, entre 2020 y 2021, al ver estos datos en detalle se observa que «este crecimiento no favoreció por igual a todos los estratos de la población».
Acumulación de ingresos hacia la punta de la pirámide
La desigualdad entre los ingresos se amplía cada vez más. En 2020, «el ingreso promedio del 20% más rico de la población era 23 veces superior al ingreso promedio del 20% más pobre, mientras que, en 2021, el ingreso del 20% más rico fue 46 veces mayor al del 20% más pobre».
La distribución del ingreso se mueve cada vez más hacia la punta de la pirámide, de manera que en 2021, el 20% más rico concentró el 61% del ingreso total del país, siete puntos porcentuales más que en 2020. «Con estas cifras, Venezuela se ubica entre los países más desiguales de Latinoamérica», señala el documento.
Expresado en términos absolutos el 10% más rico «mostró una tasa de crecimiento de 91%, mientras que el decil más pobre decreció en 11%». En otras palabras, mientras los más ricos casi duplicaron su ingreso per cápita en dólares, los más pobres lo vieron disminuir una décima parte.
Existen «persistentes barreras que impiden el acceso de una parte de la población a los beneficios del crecimiento económico. La debilidad del mercado laboral venezolano, caracterizado por una recuperación parcial de sectores de baja productividad y bajo valor agregado (comercio y servicios), mantiene deprimidos los ingresos laborales de segmentos importantes del empleo. Más aún, la enorme brecha entre los salarios del sector público y privado, excluye a millones de empleados públicos y pensionados de la capacidad de adquirir bienes y servicios en la economía dolarizada».
El documento agrega que «una parte de las familias compensa su ingreso familiar con remesas del exterior, pero su cobertura y monto siguen siendo limitados. Algunos, los menos, compensan su ingreso mediante la liquidación activos y el ahorro externo acumulado en el pasado».