Hasta un mechón de cabello de Bolívar buscan cobrarse con el remate de Citgo
Un demandante al que el gobierno de Hugo Chávez no le pagó por la venta de varios objetos pertenecientes a Simón Bolívar, busca cobrar la indemnización que le concedió un tribunal estadounidense a través del remate de las acciones de Citgo, según muestran documentos del caso.
El ciudadano colombiano y estadounidense Ricardo Devengoechea introdujo el pasado 29 de diciembre de 2023, la solicitud al juez Leonard Stark, de la Corte Distrital de Delaware, para que la República de Venezuela le pague $17,1 millones que le adeudan por varios objetos pertenecientes al Libertador y que el gobierno de Hugo Chávez prometió comprarle en 2007.
Se trata de una serie de pertenencias de Bolívar que le regaló al tatara tatarabuelo de Devengoechea, entre las cuales hay un mechón de cabello, una medalla que le obsequió Perú, unas charreteras ornamentales de Napoleón Bonaparte y varios documentos. Esos objetos pasaron de generación en generación, una cadena de herencias que se inició cuando el Libertador se los obsequió a su amigo Joaquín de Mier, dueño de la quinta San Pedro Alejandrino en Colombia, donde murió en 1830.
En 2007, funcionarios del gobierno de Hugo Chávez se pusieron en contacto con Devengoechea y además mostraron interés en comprar el paquete completo. Pidieron examinar cada pieza para constatar su autenticidad y le pagaron un vuelo privado desde Orlando, donde reside, para que los llevara a Caracas. Tras entregarlos, no los volvió a ver y tampoco recibió pago por esas reliquias.
Devengoechea inició una batalla judicial en 2012, que terminó a principios de diciembre pasado, cuando finalmente la Corte del Distrito Sur de Florida terminó dándole la razón en su reclamo. El monto se compone de $9,5 millones por el valor de los objetos y $7,6 millones por intereses desde 2010. Ahora el demandante quiere registrar su reclamo en el tribunal que va a ejecutar el remate de Citgo para cobrar de allí. Al cierre de esta nota el juez Stark no ha decidido sobre el pedido y además la República apeló la decisión en del tribunal de Florida.
Así fue como el gobierno de Chávez se quedó con objetos de Bolívar
Los documentos que forman parte del expediente de la demanda, reconstruyen la versión del demandante sobre cómo sucedieron los hechos. Señalan que funcionarios venezolanos contactaron directamente a Devengoechea para una reunión en Orlando, Floria y así inspeccionar la colección en persona. La primera reunión ocurrió el 14 de octubre de 2007, después de que funcionarios venezolanos volaron en un jet privado a los Estados Unidos. Entre la delegación venezolana estaba Delcy Rodríguez, entonces Coordinadora General de la Oficina del Vicepresidente de Venezuela. Durante la reunión comenzaron negociaciones para una potencial compra de la colección.
Al día siguiente, a solicitud de la delegación venezolana, Devengoechea llevó los objetos al hotel y tras negociaciones para la compra le pidieron llevar la colección a Venezuela para una inspección adicional y continuar las negociaciones. El 17 de octubre de 2007, después de continuar las negociaciones, abordaron un jet privado rumbo a Caracas donde finalmente el gobierno de Chávez se quedó con los objetos. Devengoechea alegó que nunca habría hecho estas cosas si él y los funcionarios venezolanos no hubieran acordado que Venezuela, tras una mayor inspección, o bien le devolvería su colección o le pagaría por ella.
Durante los siguientes dos o tres años, Devengoechea contactó periódicamente a los funcionarios venezolanos sobre la colección. En cada ocasión, le dijeron que necesitaban más tiempo para inspeccionarla. Durante este período, Devengoechea confió en las representaciones de Venezuela y, basándose en ellas, no tomó medidas inmediatas para obtener asistencia para recuperar la Colección.
Pero en julio de 2010, el presidente venezolano Hugo Chávez anunció que exhumarían el cuerpo de Bolívar. Devengoechea supuso que una razón para la exhumación era probar el ADN del mechón de pelo de su colección. Después de la exhumación, las llamadas de Devengoechea a los funcionarios venezolanos quedaron sin respuesta.
En diciembre de 2018, en medio del litigo, el gobierno de Nicolás Maduro llegó a un acuerdo con el dueño de los objetos, pero se requería una licencia de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) para concretar el pago. El retraso en la obtención de esta así como los sucesos políticos que iniciaron en enero de 2019, terminaron complicando todavía más la situación y Devengoechea siguió sin cobrar.