Las mujeres ocupan 2 de cada 10 puestos en las juntas directivas del sector financiero
Las mujeres ocupan dos de cada diez puestos en las juntas directivas de bancos, casas de bolsa y sociedades de corretaje en Venezuela, cifras que surgen de una revisión de la composición por género del máximo nivel de estas empresas financieras al 15 de febrero de este año.
Las juntas directivas de 77 organizaciones cuya información sobre su composición es pública (en sus sitios web o en la página del organismo regulador) están compuestas por 631 personas de las cuales 23% son mujeres, una disparidad que desde el sector aseguran se ha ido reduciendo, mientras expertos afirman que dan cuenta de la persistencia del techo de cristal.
Separado por sub sector, la brecha es mucho mayor. En el caso de los bancos, los máximos cargos están ocupados por 15% de mujeres, con una sola al frente de una institución, tres con presencia femenina nula y ninguno con paridad de género.
Estos datos surgen de revisar la información disponible en los sitios web de cada una de los 24 bancos, que muestran la composición de la junta directiva o en sus balances auditados. En el caso de los estatales se recurrió a las Gacetas Oficiales de los nombramientos más recientes.
En el sector bursátil la disparidad es ligeramente menor. Las juntas directivas de las 53 empresas activas están compuestas por 440 personas, de las cuales 101 (30%) son mujeres, 11 de ellas ejercen la presidencia, 14 entidades tiene paridad o mayoría femenina y nueve tienen ausencia absoluta de mujeres.
La cifras se obtuvieron de los detalles de cada empresa publicados en el sitio web de la Superintendencia Nacional de Valores (Sunaval).
Por otro lado, de la estadística levantada también salta a la vista que la mayoría de las mujeres que son parte de las juntas directivas, están como directoras suplentes.
Feminización de cargos y propiedad
La cantidad de mujeres en las juntas directivas de las instituciones financieras está determinada por diversos factores. Quienes conocen este sector o han realizado investigaciones vinculadas con el tema señalan tres en particular: la propiedad de estas empresas, la feminización de los cargos y la desigualdad en las tareas del hogar.
«Hasta hace unos años se observó en Venezuela, y en el sector financiero, una presencia creciente de mujeres, pero no siempre se reflejó en las juntas directivas, ya que estas en general reflejan la propiedad de las empresas, que en pocos casos corresponden a mujeres», señala Yadira Cañizales, consejera delegada de Statera Casa de Bolsa, y profesional con más de 20 años de experiencia en el sector.
Son varios elementos que juegan en contra de la paridad de género en lo más alto de la pirámide empresarial. La profesora del IESA Rosa María González, señala que «hay que mirar también la forma en que una persona llega a una junta directiva. Si tu ves la carrera que se sigue, es más probable que un hombre que viene como gerente financiero llegue a que lo haga una mujer que era gerente de recursos humanos, por ejemplo».
Esto está relacionado con la feminización de los cargos, es decir, la presencia mayoritaria de mujeres en cierto tipo de profesiones y puestos que no tiende a generar una carrera que les permita escalar, como lo mostró un estudio titulado «La igualdad de género en las empresas venezolanas», dirigido por González en 2019 junto con Alesia Rodríguez, donde una de sus conclusiones es que las oportunidades de las mujeres «de llegar al nivel directivo son muy restringidas», aunque sí «tienen oportunidades de ascenso a la gerencia media y alta».
Por su parte, la más reciente Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi 2022), muestra que «la desigualdad en las tareas del hogar, no solo las domésticas, sino también las de cuido a niños y personas de la tercera edad, hace que las mujeres sean menos competitivas en los cargos o trabajos de dirección» en todo el mercado laboral venezolano.
Esto también se refleja en los sueldos. Porque incluso aquellas que llegan al tope, tiene una brecha salaria importante, pues según la Encovi 2022 sus pares masculinos devengan ingresos 197,4% superiores, casi el triple.
«Se ha escrito mucho sobre el tema y creo que se sabe lo que hay que hacer, lo que hace falta es voluntad para procurar una mayor igualdad», asegura González.
Instituciones clave como la Bolsa de Valores de Caracas, aunque no cuentan con una política explícita para promover la paridad de género, destacan que allí «lo importante es la formación, capacidades y habilidades del profesional que ocupará determinado cargo, no existe discriminación alguna para ejercer las funciones directivas».
Su junta directiva no tiene presencia femenina, pero señalan que «el equipo gerencial está conformado por tres mujeres y cuatro hombres y que hasta el mes pasado eran cuatro y cuatro».
La presidencia del Bolsa de Valores de Caracas ha estado ocupada por una sola mujer en sus 76 años de historia. Ocurrió entre 1993 y 1994, cuando fue elegida Noris Aguirre Zambrano.
En la estatal Bolsa Pública de Valores Venezolana la junta directiva está compuesta solo por hombres. La Bolsa de Productos e Insumos Agropecuarios (Bolpriaven) cuenta con una mujer entre sus cuatro integrantes directivos; y de los siete asientos de la junta directiva de la Bolsa Descentralizada de Valores de Venezuela, dos están ocupados por féminas.
Organismos de supervisión y BCV
En el sector bancario y financiero está supervisado por dos organismos: la Superintendencia de Bancos (Sudeban) y por Superintendencia Nacional de Valores (Sunaval), respectivamente. Estas instituciones tienen una realidad diferente en cuanto a la paridad de género.
De 16 cargos que componen el organigrama de las autoridades de la Sunaval, seis (38%) están ocupados por mujeres, pero ninguna de ellas entre los tres más importantes.
Por su parte, en Sudeban se nombró hace poco a Anabel Pereira Fernández como superintendente y con ella, de los 26 cargos del organigrama publicado en el sitio web, 17 están ocupados por mujeres (65%).
En tanto, el Banco Central de Venezuela, tiene al frente a un hombre, Calixto Ortega. Un cargo que en los 84 años de historia de la institución ha estado ocupado solo por dos mujeres: Ruth de Krivoy (1992-1994) y Edmée Betancourt de García (cuatro meses durante 2013). Su actual directorio tiene paridad de género con tres mujeres y tres hombres.