Fábricas venezolanas se quedan sin créditos
Los créditos de la banca venezolana a la actividad manufacturera (fábricas) se ubicaron en enero en Bs 451.836,6 millones, una contracción de 80% en comparación con los Bs 2,2 billones de igual mes de 2020, de acuerdo con los datos de la Superintendencia de Bancos (Sudeban).
Con este resultado los préstamos para las fábricas pasaron de representar 19,27% de todos lo créditos concedidos por los bancos en enero 2020 a una proporción de 0,09%.
En dólares estos créditos pasaron de $30.713.708 a $248.052,75, equivalente a una reducción de 99%.
Las condiciones favorables para las importaciones privadas de productos terminados, así como la cuarentena por la pandemia de Covid19 y la salida de los créditos a la manufactura de las carteras dirigidas, son factores que están presionando a la baja estos préstamos.
Crecen créditos comerciales
La banca está concentrando sus créditos, muy restringidos por la política de encaje legal aplicada por el Banco Central de Venezuela (BCV), en el sector comercial, al punto de que estos crecieron 7.157% entre enero de 2020 e igual mes de 2021, hasta los Bs 390 billones ($214,15 millones).
Los créditos comerciales abarcan en enero de 2021 el 81% de la cartera de crédito de toda la banca, mientras hace un año eran 47%. Además, junto con los préstamos agrícolas son los que crecen por encima de la inflación anualizada del primer mes del año (2.665,36%).
El BCV además indexó al dólar los créditos de la Cartera Productiva Única Nacional, comerciales, microcréditos y para aquellas tarjetas de crédito cuyo límite sea igual o superior a las 20.400 UVC (Bs 186.639.192 al 26 de febrero), con una tasa que resulta más ventajosa para los bancos, incluso en medio de su crítica situación por las restricciones impuestas por el encaje legal.
Industria, un sector empequeñecido
El presidente de Conindustria, Adán Celis, señala en declaraciones al sitio La Prensa de Lara, que la contribución del sector industrial de Venezuela al Producto Interno Bruto (PIB) se ha contraído más de 10 puntos desde 2014. Una situación que impacta la demanda de crédito y que ha dejado sin empleo a 60 % de sus trabajadores.
«Nosotros llegamos a ser casi el 19% del PIB del país, ahora somos menos del 10 %, y eso se traduce a que se han acabado los empleos seguros para la nación que los daba el sector industrial, que históricamente ha pagado los mejores salarios», indica.
El cierre de fábricas (que Celis estima en 1.200 solo en 2020), así como la reducción de líneas de producción debido a la crisis, expropiaciones ha tenido su efecto en el abastecimiento de productos, tanto para el consumidor como para el encadenamiento, como es el caso de envases o cajas.
Conindustria participó en las propuestas presentadas por Fedecámaras a la Asamblea Nacional chavista y asegura que desde su sector se solicitó «que se evalúe el tema arancelario que impulsa la competencia injusta de parte importadores de productos terminados, que no pagan impuestos y no tienen ni controles sanitarios. Hemos pedido que se levante el encaje legal para que las empresas puedan recibir créditos bancarios».