Protestas laborales no se frenaron con la pandemia
Las protestas laborales se mantuvieron durante 2020 a pesar de la cuarentena por el covid19 y la represión del régimen de Nicolás Maduro. Datos de organizaciones que monitorean las protestas muestran que los trabajadores siguieron exigiendo sus derechos en la calle.
El informe anual del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), indica que fueron el segundo tipo de manifestación en la que participaron los venezolanos durante 2020, abarcando 25% del total de las movilizaciones
La organización no gubernamental contabilizó 2.427 protestas relacionadas con demandas laborales a lo largo del año, de un total de 9.633 manifestaciones que están documentadas en el informe. El primer lugar de las protestas lo ocupó la exigencia del derecho a vivienda y servicios básicos con 5.951 acciones.
«Trabajadores del sector público, empresas privadas, jubilados y pensionados, exigieron la dolarización del salario, el
respeto a las contrataciones colectivas, coberturas médicas ajustadas a la realidad y garantías de poder cubrir las necesidades básicas con un sueldo digno y suficiente para vivir», indica el documento.
En promedio se generaron 202 protestas mensuales del tipo laboral. Solo en dos meses (abril y diciembre) se produjeron menos de 100, el tope se produjo en octubre con 544 manifestaciones.
«Otros de los grandes obstáculos que deben sortear los trabajadores es el derecho a la organización sindical, criminalización de la protesta y represión contra los líderes sindicales autónomos», puntualiza el informe, pero a pesar de ello salieron a manifestar.
Exigencia de recursos para salud y educación
Los trabajadores del sector educación destacan con 439 protestas en 2020. Además de salarios dignos exigían contar con los insumos y protección necesaria para hacer frente a la pandemia que Covid19.
» Se vieron obligados a trabajar en un sistema de salud que no les garantiza equipos y materiales de bioseguridad para mantener su integridad y la de los pacientes» y además «sufrieron largas filas y abusos para abastecer sus vehículos y poder trasladarse a sus trabajos para salvar vidas», señala el informe.
Otro sector que hizo exigencias relacionadas con las condiciones que impuso la cuarentena fue el educativo. 835 protestas hicieron durante el año. En algunas ocasiones «se negaron a facilitar clases virtuales durante la pandemia, sin tener el sustento necesario para alimentar a su familia, por la carestía del servicio eléctrico, internet o infraestructura tecnológica».
Los transportistas también alzaron su voz en protestas y se movilizaron 553 veces, para exigir «enérgicamente abastecimiento continuo de la gasolina y aumento en las tarifas del pasaje que en muchas circunstancias cobraban en moneda extranjera o con el canje de productos y alimentos».
Inasin contabiliza un incremento a pesar del covid19
El Observatorio de Conflictividad Laboral y Gestión Sindical del Instituto de Altos Estudios Sindicales (Inaesin) contabilizó por su parte 1.350 reclamos laborales, 31,2% más que los 1.029 del año 2020.
«La mayoría de los reclamos en el año estuvieron relacionados a la necesidad de hacer mejoras tanto en el salario (83%) como en las condiciones de trabajo, entre estas, el cumplimiento de las convenciones colectivas (48%)», señal Inaesin en una nota de prensa.
Las entidades donde se presentaron más protestas laborales en el último mes de 2020 fueron Distrito Capital (21%), Bolívar (15%) y Lara (14%). Los trabajadores del sector público estuvieron al frente de 79% de los reclamos, y hubo presencia sindical en 35% de los casos.
Los empleados públicos son de los trabajadores más afectados por la crisis debido a que el gobierno no otorga pagos complementarios en dólares como lo hace la mayoría de las empresas, además padecen un aplanamiento de sus tablas salariales desde hace unos dos años.
Inasin acusa al gobierno de Nicolás Maduro de querer «aniquilar el movimiento sindical» y da cuenta de la represión contra las protestas de los trabajadores: «En la Siderúrgica del Orinoco (Sidor), sus dirigentes sindicales fueron víctimas de amedrentamiento, hostigamiento, persecución y encarcelamiento».
