La prensa en Venezuela: un 2024 marcado por la censura y la represión
El Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela (IPYS Venezuela) presentó su reporte anual 2024 titulado La Prensa Cautiva: Terror, Silencio, Prisión y Exilio, en el que se documentan 383 casos de violaciones a la libertad de expresión que comprenden 571 agresiones a periodistas y medios de comunicación.
Según el informe, las agresiones físicas o verbales fueron las más comunes (151), seguidas de ataques mediante discurso estigmatizante (96), restricciones en internet (86) y restricciones de acceso a la información (59). También se reportaron 42 casos de censura, 32 actos de hostigamiento judicial y 27 desplazamientos forzados de periodistas dentro y fuera del país. La detención arbitraria de 14 trabajadores de la prensa y la desaparición de dos reporteros se cuentan entre los hechos más graves del año.
La violencia contra la prensa se intensificó en el contexto electoral de 2024, en particular durante la campaña y las protestas posteriores a los comicios presidenciales del 28 de julio. Solo ese día se registraron 41 violaciones a la libertad de prensa, incluyendo 27 restricciones de acceso a la información, 12 agresiones físicas o verbales y una deportación. En los meses siguientes, IPYS Venezuela documentó 167 casos adicionales, incluyendo la detención arbitraria de 11 periodistas y el desplazamiento forzado de otros 22 trabajadores de la prensa.
«Las personas periodistas detenidas luego de las elecciones presidenciales fueron ‘metidas en el mismo saco’ que todas las que fueron criminalizadas por el gobierno», señala el informe, indicando que en la mayoría de los casos se les imputaron cargos de terrorismo sin fundamentos legales suficientes y sin garantías de debido proceso. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció en agosto de 2024 que en Venezuela se aplican «prácticas de terrorismo de Estado» contra la prensa independiente.
El reporte también destaca que, durante el año, al menos 39 medios digitales fueron bloqueados, incluyendo TalCual, El Estímulo y Medianálisis. Además, la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) ordenó el cierre de 20 emisoras de radio, un aumento del 33 % respecto a 2023. IPYS advierte que estas acciones «confirman la articulación de todos los órganos del poder público en la ejecución de una política sistemática de ataque a medios y periodistas».
Con un panorama de creciente represión, el informe concluye que la censura y la autocensura se han convertido en mecanismos de supervivencia en Venezuela, donde la persecución judicial, la criminalización del periodismo y el uso del exilio como única vía de protección se han hecho cada vez más frecuentes.
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