Un estudio analiza el impacto económico de los migrantes en Chile
El informe “¿Cuál es la contribución de la población migrante a la economía de Chile?”, elaborado por Ismael Gálvez Iniesta y Gonzalo Fanjul para la Fundación porCausa, ofrece un análisis del impacto macroeconómico, fiscal y laboral de la migración reciente en el país. A través de datos actualizados se demuestra que la migración no solo no representa una carga, sino que constituye una oportunidad económica crucial para Chile.
Durante las últimas dos décadas, y especialmente entre 2016 y 2019, Chile experimentó un fuerte aumento de su población migrante, alcanzando cifras comparables con países de ingresos medios-altos. Este fenómeno responde tanto a dinámicas regionales como a factores estructurales internos: envejecimiento poblacional, baja natalidad (1,58 hijos por mujer en 2022) y necesidad de fuerza laboral en un mercado cada vez más diversificado.
En 2024, la población migrante representa el 8,7 % de la población total, pero su participación en el PIB alcanza el 10,3 %. Esto se debe a su mayor presencia en edad de trabajar (82,7 % frente al 66,6 % de los nativos), a una tasa de participación laboral más alta (78,8 % vs. 67,4 %) y a un menor desempleo (7,1 % vs. 8,7 %).
Entre 2013 y 2023, los migrantes explicaron casi el 50 % del crecimiento del PIB chileno, mientras que los nativos aportaron apenas el 18 %. La migración no solo impulsa el crecimiento a través de la cantidad de trabajadores, sino también mediante el aumento de la productividad laboral, especialmente desde 2018.
El impacto fiscal también es favorable. En 2023, los migrantes aportaron un superávit neto de 863.000 millones de pesos (0,3 % del PIB). En promedio, cada migrante aportó 604 dólares netos al Estado, mientras que cada nativo aportó 184 dólares. Esto se explica por un menor consumo de servicios públicos, especialmente en educación y pensiones, y por una mayor contribución tributaria en términos proporcionales, dado que los ingresos promedio de los migrantes superan a los de los nativos.
Además, el informe estima que una eventual regularización de los más de 250.000 migrantes irregulares entre 20 y 60 años generaría beneficios fiscales netos de 85 millones de dólares, equivalentes al 0,026 % del PIB. Esto refuerza la idea de que políticas migratorias inclusivas pueden tener un impacto positivo en las finanzas públicas.
A nivel ocupacional, los migrantes están sobrerrepresentados en sectores como comercio, hostelería y servicios domésticos, y tienden a ocupar puestos menos calificados, lo que revela una segmentación laboral persistente.
En conclusión, el estudio sostiene que sin el aporte de la migración, Chile enfrentaría serias dificultades para mantener su crecimiento económico y su modelo de bienestar. En un país con una población que envejece rápidamente y una baja tasa de reemplazo generacional, integrar a la población migrante se vuelve no solo deseable, sino imprescindible para la sostenibilidad futura.
El documento no especifica la nacionalidad de los migrantes y los analiza como un todo. No obstante, datos del Servicio Nacional de Migraciones de Chile, indican en su sitio web que para 2023 se estimaba que en ese país vivían 728.586 venezolanos, 111,4% más que en 2018. Además, representan 38% del total de migrantes en esa nación y 55,4% tienen edades entre 20 a 39 años.