Siete factores que explican por qué es tan alta la inflación en Venezuela
“La inflación es siempre y en todas partes un fenómeno monetario”, esa es una sentencia del economista estadounidense Milton Friedman (Nobel en 1973) que sigue resonando en las aulas y en las explicaciones sobre el aumento de los precios, pero en Venezuela, es un argumento que «está destinado a ser, al menos, incompleto», según afirman los economistas Luis Zambrano Sequín, Santiago Sosa y María Antonia Moreno, del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de Universidad Católica Andrés Bello (Ucab).
En un documento titulado «¿Qué factores están explicando la inflación en Venezuela?» publicado este mes, los expertos señalan que el país «es un ejemplo muy ilustrativo de que la inflación, especialmente cuando es un fenómeno prolongado, es la consecuencia de múltiples factores».
Sequín, Sosa y Moreno, indican que los resultados de su estudio «dan cuenta de la complejidad del proceso inflacionario venezolano y su carácter multicausal» y apuntan a diversos factores «que pueden ser tan o más importantes que el comportamiento de los agregados monetarios».
El trabajo es un documento técnico en el que se realiza una «estimación de un modelo de vectores autoregresivos restringido (VEC, por sus siglas en inglés)», pero detalles econométricos aparte, sus conclusiones se pueden resumir en siete factores explican por qué es tan alta la inflación en Venezuela:
1.- Financiamiento inflacionario. El financiamiento monetario del déficit fiscal es uno de los principales impulsores de la expansión monetaria y, por lo tanto, de la inflación. Aunque se ha reducido en comparación con la hiperinflación pasada, sigue siendo relevante. Detallan que «la elevada dependencia» del gobierno del impuesto inflacionario, se agudizó a partir de 2015 y ahora «la contracción del nivel de actividad económica, la creciente informalidad, el cierre del financiamiento internacional (por el default) y, más recientemente, las sanciones internacionales impuestas al gobierno, convirtieron al impuesto inflacionario en la principal forma de financiamiento gubernamental».
2.- Inercia inflacionaria y expectativas. Los mecanismos de indexación, donde los precios y salarios se ajustan automáticamente según la inflación pasada, contribuyen a mantener la espiral inflacionaria y dificultan su reducción. La forma en que los agentes económicos perciben y anticipan la inflación futura afecta su comportamiento y decisiones de precios y salarios, lo que puede perpetuar la inflación alta.
Apuntan que «la recurrencia de la alta inflación, más temprano que tarde, induce el desarrollo de diversos mecanismos de indexación de precios basados en la historia inflacionaria más reciente, mediante los cuales los diversos agentes económicos tratan de proteger sus ingresos».
«Reducir el carácter inercial de la inflación, que en nuestro caso es un aspecto trascendental, requiere de instrumentos de desindexación de los precios y salarios, lo que supone no solo medidas de políticas de ingresos, sino la coordinación entre empresarios, asalariados y el gobierno. Lamentablemente, el elevado grado de informalidad de la economía y la debilidad del marco institucional dificulta los avances en esta materia», indican.
3.- Política cambiaria y dolarización. La manera en que se gestiona la política cambiaria y el grado de dolarización de la economía pueden tener impactos significativos en la inflación venezolana. Señalan que «hay sobrada evidencia que muestra que, en países con elevado grado de dolarización, la velocidad a la cual se trasladan los ajustes del tipo de cambio y la inflación se aceleran».
«El avance en la dolarización de la economía va debilitando, hasta anularla, la capacidad de la política monetaria y cambiaria como instrumentos estabilizadores. La situación se vuelve aún más crítica con la falta de acceso al financiamiento internacional y el achicamiento, irreversible, del sistema financiero interno», señalaron.
4.- Intervención del gobierno: La intervención del gobierno en la fijación de precios y costos de producción, así como en la implementación de políticas de ingreso es también otros de los factores inflacionarios.
5.- Inestabilidad política e institucional: Las restricciones políticas e institucionales en Venezuela dificultan la implementación de políticas efectivas para combatir la inflación. Afirman que en la actualidad «se está lejos de cumplir con las condiciones político-institucionales mínimas para adelantar una política antiinflacionaria exitosa».
6.- Política cambiaria inadecuada. La actual política de minidevaluaciones del tipo de cambio puede alimentar el carácter inercial de la inflación y no ser consistente con una estrategia antiinflacionaria de largo plazo.
7.- Presión de precios externos. Los efectos negativos de eventos internacionales, como la pandemia, la invasión rusa a Ucrania o cambios geopolíticos, han ejercido presión sobre la inflación en Venezuela. Explican que «a partir de mediados de 2020, la inflación de los precios en los mercados externos, así como la depreciación de las monedas de varios de los países origen de nuestras importaciones, variaron a tasas relativamente elevadas, en línea con la aceleración de las tasas de inflación a nivel mundial.»