La Federación Venezolana de Cámaras de Comercio y Producción (Fedecámaras) presentó su propuesta para la «Comisión Especial para el Diálogo, la Paz y la Reconciliación Nacional» de la Asamblea Nacional de mayoría chavista instalada este año tras unas cuestionadas elecciones. La organización cumple con dar un paso con un marco de sugerencias, no muy distintas a las que vienen presentando en la última década, pero adaptadas a las dimensiones actuales de la crisis económica y de la pandemia.
Las propuestas de Fedecámaras en relación con los trabajadores son pocas, pero significativas. En términos generales apuntan a retomar la relación gobierno-empresas-sindicatos para el tema salarial, flexibilidad en las contrataciones y esfuerzos para mejorar la capacitación.
Los empresarios coinciden con lo que es un clamor nacional: «Urge rescatar el valor del trabajo y la normalidad laboral», señalan en el documento publicado el viernes 19 de febrero. ¿Cómo lograrlo? Ellos plantean «establecer un régimen remunerativo y prestacional alternativo (transitorio), que se ajuste a la realidad actual y que facilite una mejora salarial a los trabajadores (en términos de unidad de producción)».
El Observatorio de Conflictividad Laboral y Gestión Sindical del Instituto de Altos Estudios Sindicales (INAESIN), señala en una nota de prensa que 76% de las 18 protestas laborales que documentaron en enero, tenían como «demanda principal» el tema salarial.
Regreso de la tripartita y recursos para salarios
A diferencia de lo que proponen con los créditos y las transacciones bancarias, no detallan aquí si ese régimen remunerativo será en divisas, pero sí dejan claro dos cosas: 1.- «El empresario prefiere asumir un costo inicial mayor a cambio de seguridad jurídica». 2.- «Discutir los términos de una mejora salarial transitoria para trabajadores y jubilados y explorar posibles fuentes de financiamiento en mesa de diálogo tripartita».
Por un lado asumen que tendrán que asumir mayores gastos por la nómina, pero también piden prestar atención a la viabilidad empresarial y proponen revisar la Ley Orgánica del Trabajo, contratar a venezolanos en el exterior, eliminar la inamovilidad laboral para quienes ganen más de 10 salarios mínimos y revisar el régimen de tramitación de calificación y justificación de despidos en las Inspectorías, especialmente si hay delitos.
En cuanto al tema salarial buscan retomar que este se fije en acuerdo con el gobierno, los sindicatos y las empresas, en la tripartita que sepultó el gobierno de Hugo Chávez, pero no hay ideas sobre cómo se fijará el salario y dejan en el aire que «urge solución al problema social de la pérdida del poder adquisitivo del salario y viabilidad empresarial».
Interpretan el problema de la pérdida del poder adquisitivo como un problema social y no como económico. Obviando que por más arreglo que pueda acordarse con los trabajadores, hasta que no se ponga fin a la hiperinflación (palabra inexistente en el documento), no habrá forma estable de fijar un salario.
El secretario general (E) de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), José Elías Torres, luce más claro en ese sentido y en una nota de prensa destaca que «es urgente y de interés vital hacer frente a la inflación y crear un entorno favorable al aparato productivo que permita la recuperación del valor real del salario y poner coto a la destrucción del trabajo y del salario que afecta a la familia venezolana».
Los empresarios agrupados en Fedecámaras se abren a la idea de «explorar posibles fuentes de financiamiento en mesa de diálogo tripartita». Es decir, buscar de dónde obtener el dinero para los sueldos. Lamentablemente la propuesta no ahonda en detalles.
Por el lado de la formación, las ideas de Fedecámaras apuntan a lanzar un «Plan de Capacitación y Adiestramiento Productivo (público-privado)» que «incluye el rescate y despolitización de objetivos y misión del INCES». También proponen rescatar el «Programa de Alimentación Escolar».