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Nobel de Economía para Bernanke, Diamond y Dybvig por sus estudios sobre bancos y crisis financieras

El Nobel de Economía 2022 fue concedido a los estadounidenses Ben Bernanke, Douglas Diamond y Philip Dybvig, por sus «investigaciones acerca de los bancos y las crisis financieras», anunció este lunes el Comité del Premio en Ciencias Económicas.

“Las ideas de los laureados han mejorado nuestra capacidad para evitar crisis graves y rescates costosos”, dice Tore Ellingsen, presidente del Comité del Premio en Ciencias Económicas en una toda de prensa.

Destacan que «la investigación bancaria moderna aclara por qué tenemos bancos, cómo hacerlos menos vulnerables en las crisis y cómo los colapsos bancarios exacerban las crisis financieras. Los cimientos de esta investigación fueron establecidos por Ben Bernanke, Douglas Diamond y Philip Dybvig a principios de la década de 1980. Sus análisis han sido de gran importancia práctica para regular los mercados financieros y hacer frente a las crisis financieras».

Diamond y Dybvig «muestran cómo los bancos ofrecen una solución óptima a este problema. Al actuar como intermediarios que aceptan depósitos de muchos ahorradores, los bancos pueden permitir que los depositantes accedan a su dinero cuando lo deseen, al mismo tiempo que ofrecen préstamos a largo plazo a los prestatarios».

Para el Comité «Diamond demostró cómo los bancos realizan otra función socialmente importante. Como intermediarios entre muchos ahorradores y prestatarios, los bancos están mejor preparados para evaluar la solvencia de los prestatarios y garantizar que los préstamos se utilicen para buenas inversiones».

Por su parte, Ben Bernanke (quien fue jefe de la FED entre 2006 y 2014) «analizó la Gran Depresión de la década de 1930 y, entre otras cosas, mostró cómo las corridas bancarias fueron un factor decisivo para que la crisis se hiciera tan profunda y prolongada. Cuando los bancos colapsaron, se perdió información valiosa sobre los prestatarios y no se pudo recrear rápidamente. La capacidad de la sociedad para canalizar el ahorro hacia inversiones productivas se vio así severamente disminuida».

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