Las cuatro veces que el dólar llegó a Bs 100
Desde el viernes negro en 1983 la inestabilidad cambiaria se instaló en Venezuela y durante la mayor parte del cuarto de siglo chavista la cotización del dólar da saltos oficiales y paralelos prácticamente sin parar. Conforme se encarece la moneda estadounidense, vamos rompiendo «barreras psicológicas», la más reciente la de los Bs 100.
Sabemos muy bien que hablamos de un número nominal, es decir, a lo largo de toda la historia económica del país, el dólar ha superado los Bs 100 en cuatro ocasiones, las tres últimas han sido posibles por los procesos de reconversión monetaria, que al restarle ceros a la moneda hace que se reduzca la expresión numérica, aunque no así la incertidumbre.
La primera vez fue en democracia civil
La primera vez que el dólar llegó a Bs 100 fue en octubre de 1993. El país atravesaba una crisis política luego de la destitución de Carlos Andrés Pérez en mayo y habían ocurrido dos intentos de golpe de Estado (el primero liderado por Hugo Chávez), en los 18 meses anteriores.
«El Banco Central de Venezuela a lo largo de 1993 instrumentó una regla cambiaria de tipo de cambio predeterminado (Crawling Peg), con la finalidad de restar presiones sobre las reservas internacionales en un período de inestabilidad macroeconómica y política y facilitar el deslizamiento estable del tipo de cambio sin generar presiones adicionales sobre los precios domésticos», así reflejó el propio BCV los movimientos del dólar en ese turbulento año, que además tuvo una elección presidencial en diciembre, en la que fue electo Rafael Caldera. El dólar siguió subiendo y ese año cerró en 106 bolívares (una devaluación de 25% comparada con 1992).
Diez años más tarde, en 2003 se instaló un control de cambio y con ello el dólar paralelo comenzó a cobrar vida. El camino de acceso al billete verde estaba trazado por un papeleo bancario que muchos lograban recorrer para obtener los dólares autorizados por la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi), mientras el tipo de cambio era fijo (se actualizó anualmente hasta 2005 y después lo volvieron a hacer en 2010), lo que hacía que la demanda del dólar barato fuese exagerada.
La segunda gracias a la primera reconversión
En 2008 entró en vigencia la reconversión monetaria que le restó tres ceros al bolívar, así que el dólar oficial que al cierre de 2007 valía Bs 2.144,60 pasó a valer 2,14 bolívares fuertes (Bs.F.), mientras, el paralelo se reconvirtió de Bs 5.700 a Bs.F. 5,5. Con menos ceros encima, pero con la presión de una economía mal manejada, el dólar paralelo alcanzó en 2014 (ya con Nicolás Maduro en el poder) nuevamente la marca de los 100 bolívares. Fuel 26 de septiembre, para más precisión, de acuerdo con el registro histórico que publicaba DolarToday, en ese tiempo la página que informaba el tipo de cambio no oficial, una actividad estipulada como ilegal por la Ley de Ilícitos Cambiarios.
Sobre el contexto de ese año, el abogado José Ignacio Hernández señala en el libro Control de cambio y de precios en Venezuela, Auge y colapso (2022) que «era evidente que ambos controles (de precios y de cambio) se habían agotado. Diversas propuestas se formularon en el seno del Gobierno del entonces Presidente Nicolás Maduro para flexibilizar el alcance de estos controles, e incluso llegó a promulgarse ese año la Ley del Régimen Cambiarios y sus Ilícitos, que sentó las bases para desmontar el control de cambio centralizado. Empero, la debilidad del Gobierno de Maduro (electo en un cuestionado proceso en abril de 2013) y las protestas civiles organizadas en ese año 2014, agravaron las discrepancias internas e impidieron que estas reformas avanzaran. Por el contrario, el Gobierno mantuvo, e incluso, agravó los controles centralizados».
Despegado de la realidad, en ese mes de septiembre, el dólar oficial tenía tres versiones. Uno para bienes básicos a Bs 6,30 y otros dos del Sistema Cambiario Alternativo de Divisas (Sicad) con valores de Bs 11,60 y Bs 84,4. En noviembre de ese 2014, el dólar Sicad II legaba a Bs 128,5. El paralelo terminó el año en Bs 173, para una devaluación de 63%.
La tercera la trajo la hiperinflación
Sumido en una hiperinflación (todavía no había sanciones a la venta de petróleo), en 2018 el gobierno de Nicolás Maduro eliminó el control de cambio, implementó una improvisada reconversión monetaria que le quitó cinco ceros al bolívar y ejecutó una drástica devaluación que igualó el dólar oficial con el paralelo (que no duró mucho). En agosto, el dólar pasó de mostrar su precio de Bs 5.921.486,23 a 59,21 bolívares soberanos (por efecto de la reconversión). Dos meses más tarde, el 3 de octubre, el dólar paralelo pasaba por tercera vez los Bs S 100, ese día cerró en Bs S 101,34. El dólar oficial, pasó esa barrera el 3 de diciembre de ese año cuando se cotizó en Bs S 151,64, tras un salto desde el valor de Bs S 85,87 el día anterior.
Eran los tiempos donde el petro se vendía como criptosolución a la hecatombe económica creada por el chavismo. En una cadena nacional el 17 de agosto, Maduro anunció que un petro equivalía a Bs S 3.600 (cifra con la nueva reconversión aplicada), con lo que reconocía un tipo de cambio de Bs S 60 por dólar. Una devaluación de 96% de un día para otro.
«El 17 de agosto de 2018 pasará a la historia como otro viernes negro. El presidente Nicolás Maduro hizo una serie de anuncios en el que trató de explicar los puntos fundamentales de un paquete de medidas económicas, en donde sorprendió con un enorme aumento de salario, subió los impuestos y devaluó la moneda», así lo reseñó en su momento un medio especializado en economía.
La cuarta y tal vez no la última
Para intentar curar la resaca de la hiperinflación sobre la numeración en el país, Maduro aplicó una nueva reconversión monetaria. Esta vez había que quitarle seis ceros a la moneda. Se puso en marcha en octubre de 2021 y en ese entonces el dólar paralelo estaba en promedio en Bs S 4.470.000 (ya no había un solo lugar donde ver el precio y la moda de la media se impuso para orientar la informalidad). Con seis ceros menos, el tipo de cambio pasó a verse así: 4,47 bolívares digitales. El oficial estaba casi igual, cotizaba a 4,39 bolívares digitales.
«Nos encontramos en lo que he denominado la ‘Pax Bodegónica’, con la cual el consumo conspicuo y la liberalización se asoman como un alivio ante la catástrofe generada por las deficiencias gubernamentales y las externalidades no previstas de la década pasada. Los rasgos de este fenómeno son una acelerada desregulación informal de la vida económica, una significativa contracción del gasto público, una mejora del abastecimiento de productos acompañada de una mayor desigualdad en el acceso a esos productos, una relativa calma política y un desencanto generalizado. El contexto de esta situación está tanto en la emergencia humanitaria compleja como en la destrucción del aparato productivo interno, y en la represión política vigente», así se refiere Guillermo Tell Aveledo al momento en el que ocurre esa nueva «expresión monetaria».
Ya en octubre de 2021 el bolívar importa poco y los dólares importan mucho (en términos de comercio exterior). El país vive una realidad multimoneda y como los números se hicieron grandes otra vez se procedió a achicarlos. Casi cuatro años más tarde los artífices del desastre siguen al mando (tras robarse una elección presidencial) y en la última semana de marzo de 2025, el dólar sobrepasa los Bs 100 por cuarta vez. La brecha recuerda los peores momentos del control de cambio, aunque el dólar del Sistema del Mercado Cambiario (SMC) no se queda atrás y se acelera cada vez más.
¿Será la última?