Un estudio publicado en la revista Nature Climate Change estima que durante 2020 las emisiones de dióxido de carbono (CO2) cayeron en 2,6 gigatoneladas (Gt CO2), en comparación con 2019, pero que a ese ritmo se necesitarían cuarentenas como las implementadas por la pandemia de Covid19 cada dos años para alcanzar la meta del Acuerdo de París .
La investigación, titulada Emisiones de CO2 fósil en la era post-Covid19, es un trabajo de científicos de seis países dirigido por Corinne Le Quéréla de la Escuela de Estudios Ambientales de la University of East Anglia, en Norwich, Reino Unido.
La recomendación del estudio no es aplicar cuarentenas para frenar el calentamiento global, pero resaltan la necesidad de que las medidas que se tomen para enfrentar la pandemia tengan como eje central reducir la emisión de CO2.
«Se necesitan recortes de 1 a 2 GtCO2 por año a lo largo de la década de 2020 y más allá para evitar superar los niveles de calentamiento en el rango de 1,5 ° C a muy por debajo de 2 ° C, la ambición del Acuerdo de París. La caída en las emisiones de CO2 por las cuarentenas para evitar la expansión del Covid-19 destaca la escala de acciones y la adherencia internacional necesarias para abordar el cambio climático», señala el estudio.
Los investigadores aseguran que la crisis causada por la pandemia pone de relieve la necesidad de acciones estratégicas «para minimizar el rebote y reforzar los recortes en las emisiones globales a largo plazo».
La clave está en el transporte
«La naturaleza de las interrupciones en 2020, que afectaron particularmente al transporte, sugiere que los incentivos para acelerar el despliegue a gran escala de vehículos eléctricos y para alentar y hacer espacio para el transporte activo (caminar y andar en bicicleta de manera segura) en las ciudades, son oportunos», indica el documento.
Agregan que «el apoyo para mejorar y promover las comunicaciones remotas para empresas y organizaciones y el turismo regional, además de fomentar el regreso al transporte público tan pronto como sea seguro hacerlo, podría reducir las necesidades totales de transporte».
Los datos recopilados por los investigadores señalan que las emisiones relacionadas con el transporte fueron las que más contribuyeron a la disminución total durante 2020.
En todo el mundo se impusieron en mayor o menor medida restricciones estrictas de circulación que paralizaron el tráfico aéreo y terrestre, durante varios meses. De hecho, en muchos países aún no se reactiva del todo.