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Barbie y los consumidores: una historia de necesidades, aspiraciones y nostalgia

María de Jesús De la Mora *, Universidad de Guadalajara

Cuando, en 1959, la juguetera Mattel lanzó al mercado la muñeca Barbie no era un juguete accesible para todos. Las niñas que la tenían veían satisfechas una serie de necesidades:

Además, Barbie era toda una innovación en el mundo de los juguetes (una muñeca con rasgos adultos) y ofrecía un cierto orden de las cosas (Barbie tenía una casa, vestidos y cosas bonitas, una vida social).

Las necesidades del consumidor

El estudio de la conducta del consumidor describe los productos que son más consumidos y de qué marcas, cuándo se consumen, dónde y porqué.

Las acciones de los consumidores relativas a la búsqueda, adquisición, uso, opinión y descarte de los productos dependen de sus necesidades, aprendizajes y experiencia, y de los estímulos externos a los que estén expuestos.

Algunas personas experimentan en ciertas etapas o aspectos de sus vidas una sensación de vacío o carencia a distintos niveles: emocional social, físico o psicológico.

Esa sensación se puede presentar de manera consciente o inconsciente, y generalmente refleja necesidades no satisfechas y deseos o expectativas no cumplidas.

De acuerdo con la teoría del sistema de necesidades de Henry Murray, podemos clasificarlas como recoge la siguiente tabla:

Satisfacción con retardo

Para llenar esos vacíos, muchos adultos que en su infancia no pudieron acceder a determinados objetos o juguetes que satisficieran sus necesidades (bien materiales o de pertenencia y representación) compran, ahora para sí o para personas cercanas, productos que resuelvan esas necesidades no satisfechas, deseos no cumplidos o expectativas frustradas.

Este patrón se presenta no solo con muñecas o juguetes. También puede incluir ropa, zapatos, comida o aparatos electrónicos.

El riesgo es que una necesidad insatisfecha se convierta en un consumo obsesivo. Algunas características de este son:

Al comprender los vacíos del consumidor, las empresas desarrollan estrategias de marketing más efectivas para satisfacer esas necesidades y deseos.

Una muñeca con aspiraciones

Barbie, por su parte, satisface vacíos relevantes para su mercado objetivo. Ahora está de moda por el estreno de la película, pero desde siempre ha desarrollado toda una gama de productos y experiencias de carácter aspiracional: casas, coches, ropa, situaciones profesionales o sociales (la tabla de la Barbie surfista, el consultorio de Barbie veterinaria, por ejemplo), y hasta amigos y mascotas.

Objetos, experiencias y mensajes publicitarios que se alinean con las aspiraciones de las y los consumidores que se inspiran en Barbie y aspiran a ser como ella: una persona perfecta, dulce y multifacética que vive en un mundo de fantasía, en una gran mansión y que tiene el novio perfecto.

Barbie ha reinado durante años en el mundo de las muñecas porque:


* María de Jesús De la Mora, Negocios Internacionales, Universidad de Guadalajara

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation y reproducido con licencia Creative Commons. Lea el original.

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