La balanza comercial con Estados Unidos registró un superávit de $150 millones en marzo a favor de Venezuela, un dato que rompe con 46 meses consecutivos de déficit, según los últimos datos publicados por el Bureau of Economic Analysis (BEA).
Las cifras indican que las exportaciones venezolanas registraron un total de $278 millones, la cifra más alta desde febrero de 2019, mientras las importaciones marcaron $163 millones, lo que resultó en la diferencia a favor.
La balanza comercial con Estados Unidos entró en déficit en mayo de 2019, luego de la imposición en enero de sanciones por parte del gobierno de Donald Trump, que frenaron por completo las ventas de crudo y derivados hacia ese país. Históricamente era superavitaria y para encontrar un lapso en el que no fue así habría que ir hasta el periodo entre septiembre y diciembre de 1988.
En marzo de 2023, la factura petrolera estadounidense con Venezuela fue de $235,7 millones (85% del total de las exportaciones), por un total de 3,6 millones de barriles de crudo, con lo que este producto retoma el primer lugar en el ranking de las ventas a Estados Unidos.
Balance trimestral
El primer trimestre del comercio venezolano con Estados Unidos estuvo marcado por el regreso del crudo a ese mercado, de la mano de Chevron, que logró una licencia del gobierno de ese país para retomar sus actividades en Venezuela.
De acuerdo con los datos del Bureau of Economic Analysis, Venezuela exportó un total de 6,5 millones de barriles de crudo entre enero y marzo, por un total de $428,14 millones. No obstante, la cifra sigue estando lejos de los números que marcaba antes de las sanciones, incluso en un contexto de caída de la producción y bajos precios.
El regreso del petróleo al comercio con EEUU impulsó un crecimiento de 395% del total de las exportaciones, que se ubicaron en el primer trimestre de 2023 en $525 millones, el mejor dato para ese lapso desde 2019, aunque muy lejos de sus mejores tiempos.
Por el lado de las importaciones, registraron un alza de 56%, al pasar de $431 millones en el primer trimestre de 2022, a $673 millones en el mismo lapso de 2023. El mayor empuje vino de la mano de las compras de teléfonos, harina de soya y derivados de crudo, productos que ya superaron los montos facturados en todo el año pasado.
En cuanto a la balanza, en el trimestre sigue siendo deficitaria, pero pasó de un saldo negativo de $325 millones entre enero y marzo de 2022 a uno de $148 millones en el mismo periodo de 2023.