La actividad económica en Venezuela cayó 2,2% en el segundo trimestre de 2021, lo que representa su mejor registro desde el primer trimestre de 2015, en un episodio más de la larga recesión que padece el país desde 2014.
El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) revisó al alza la cifra preliminar que había publicado en julio y que indicaba una contracción de 3%. Con este resultado, en el primer semestre «la actividad económica refleja una contracción de 28%».
En una nota de prensa, el OVF señala que en el caso de la actividad petrolera «la declinación se ha moderado» y muestra un incremento de 2,5% con respecto al mismo trimestre de 2020.
En su informe de julio se anticipaba que «el crecimiento de la actividad económica en el segundo trimestre se debe a un leve incremento en la producción petrolera», y agregaba que si se mantiene un nivel de producción petrolera cercano a 540.000 barriles diarios, al cierre del año el Producto Interno Bruto (PIB) mostraría un crecimiento de 4%.
De suceder así, Venezuela marcaría su primer año con crecimiento económico desde 2013. No obstante, eso no implica una salida de la crisis, ya que el acumulado de caída de la actividad desde ese año es de 83%.
La producción petrolera venezolana se ha estabilizado este año alrededor de los 520.000 bd, que aunque muy lejos de sus mejores años, muestra una mejoría con respecto al año previo.
El informe de septiembre de la OPEP muestra que la producción de Venezuela aumentó 49% entre agosto de 2020 e igual mes de 2021, según datos de fuentes secundarias.
El OVF señala que el sector petrolero, registró una caída en términos interanuales de 2,4%, en el segundo trimestre de 2021 y acumula una reducción de 77% desde el mismo lapso de 2013.
Por otra parte, el OVF detallaba en julio que «la actividad económica del sector privado sigue afectada por la inflación«, aunque matizan que su desaceleración «ha evitado que los demás sectores de la economía se contrajeran aún más». En ese mismo ámbito, consideran que «la dolarización de las remuneraciones del sector privado ha facilitado la actividad de algunos sectores. Sin embargo, la creación de valor agregado sigue siendo casi nula».
En este nuevo informe agregan que «esta retracción de la actividad económica se ha expresado igualmente en una disminución de las remuneraciones de los trabajadores activos, pensionados y jubilados, especialmente en todas las instancias del Sector Público, de manera tal que se ha afectado de manera sustancial el consumo de los hogares, actualmente en situación de precariedad».